Yemọja

Yemọja

Yemoja es la divinidad de todos los océanos. Se dice que es madre de todos los Òrìsàs y expresa su maternidad en todos los reinos de la Tierra y el Cielo. Yemoja es la cabeza matriarcal del universo cósmico. Es el líquido amniótico en el útero de la mujer embarazada, así como también los pechos que amamantan.

Dicen que es muy severa y temperamental y que expresa las energías protectoras de la fuerza femenina. Como ser de la esencia terrestre, es hábil con las artes secretas y las emplea para proteger a sus devotos. También conocida como Yemanjá o Yemayá.

Es una deidad femenina que representa el agua.

Según  Lucas,  Ye-mo-ja  es  una  contracción  de  Yeye-Omo-Eja  (la madre  de  los peces), la palabra Omo que se usa aquí es en un sentido genérico. Según la leyenda como Yemoja no encontraba con quien casarse, Ògún decidió hacerlo y de esta unión tuvieron un hijo llamado Orungan.

Se plantea que Orungan intentó cometer incesto con su madre. Ella escapó horrorizada de él, pero cayó de espaldas en la tierra completamente exhausta. Chorros de agua empezaron a salir de su cuerpo y estos chorros se unieron formando un lago.

De su cuerpo emanaron los siguientes Òrìsàs: Olosa (diosa del lago), Olókun (dios del mar), Dada (el dios de los vegetales), Sangó (dios de la iluminación), Ogún (dios del hierro y la guerra), Oyá (diosa del río Níger), Osún (diosa del río Osún), Obá (diosa del río Oba), Orisa Oko (dios de la agricultura), Ososi (dios de los cazadores), Oke (dios de las montañas), Aje Saluga (dios de la riqueza), Sopona (dios de la viruela), Orun (diosa del sol), Osú (dios de la luna).

Una fábula narra que Yemoja fue una mujer de gran belleza, pero que sólo tenía un seno. Debido a esto no quería casarse por temor a que su esposo pudiera ridiculizarla y exponer su secreto al mundo. Un día iba caminando muy afligida hacia su casa, después de regresar  del mercado y se dijo: “Cuán triste es estar sola, regresar a casa sin niños y no tener esposo para quien cocinar”. Ògún escuchó lo que ella dijo, ya que iba andando por el mismo camino.  Sintió un fuerte deseo de casarse con ella y la abrazó y dijo: “No temas. Sé que luzco fiero y todo el mundo me teme, pero no te haré daño. Te cuidaré y te protegeré, pero hay una cosa que me tienes que prometer: nunca debes burlarte de mis ojos inyectados en sangre.”

Yemoja estuvo de acuerdo en casarse con él. Confesó que tenía un solo seno y dijo: “Debes prometerme una cosa: no toques nunca mi seno”. Durante mucho tiempo cumplieron las promesas. Yemoja le dio muchos hijos a Ogún. Un día Ogún quiso congratularse con Yemoja y entró en la cocina a hacerle una sopa, pero al no estar acostumbrado a estos menesteres, dejó caer la olla, ésta se rompió y toda la comida se regó por el suelo. Yemoja que estaba descansando, se despertó con el ruido. Corrió a la cocina y al no percatarse de cómo había ocurrido el accidente, gritó airadamente: “¿Qué haces en mi cocina? ¡Tú, con los ojos inyectados en sangre!”. Ògún se lamentó y se arrodilló a su lado, acariciándole el seno.

Yemoja comenzó a temblar. Se convirtió en agua y desapareció en un abrir y cerrar de ojos. Ògún se entristeció por perder a su amada esposa y entonces se dijo: “La gentileza no está hecha para mí” y, apesadumbrado, abandonó su casa para continuar su agitada vida de guerrero.

En Nigeria se dice que Yemayá nació en la la tierra Takua, que es donde nace el río Ogún y donde ella vive, por lo que esta zona se ha convertido en lugar de peregrinaje de infinidad de devotos.

Como ocurre con una buena cantidad de Òrìsàs, Yemayá es también adorada en diferentes regiones y consecuentemente adopta diferentes nombres o formas. Por ejemplo en Oyo la que impera es Mayelewo y un mito de ese pueblo, nos dice que ella era comerciante en la ciudad de Shaki. Se casó con Okefe que es título real de Orichaoko y éste la insultó por sus grandes senos, lo que le dio el sobrenombre de Somu Gaga (senos grandísimos). Ella, avergonzada se sumergió en el río y se fue a vivir con Olokun bajo el nombre de Somu Gaga y sólo sale del mar en contadas ocasiones en distintos puntos de la costa.

Así mismo se le conoce con otros nombres como Asesú, Okute, Akere, Ashakba, Okoto, etcétera.

Yemayá es una deidad asociada con muñecos, en África se le tallan con maderas preciosas y llevan cargas secretas según el camino de esta. Cuando está en la tierra le gusta vivir a la entrada de los montes, es trabajadora, vendedora de alimentos, tiñe telas y fabrica aceites de semilla de melón.

La divinidad Yemayá se sincretiza en Cuba con la virgen de Regla.

En Brasil Yemayá es llamada virgen de la Inmaculada Concepción; para los hulas es Agbe o Hu y es una divinidad extremadamente popular. Parece por tanto que fuera el sincretismo afro católico que asimila a Yemayá como la virgen de la Inmaculada Concepción, festejada el 8 de diciembre, y a Ochún como la virgen de la Candelaria, festejada el 2 de febrero, las dos divinidades están asociadas en ese mismo culto de agua dulce y salada.

En Nigeria, en el santuario de Yemayá, hay también una olla llena con el agua «sagrada» del río Oggún, la que se da a las mujeres infecundas que le piden hijos a Yemayá y a los niños que nacen como consecuencia de eso.       Las mujeres devotas usan  pequeñas  cuentas  brillantes  y  hacen  ofrendas  de  maíz  triturado,  ñame machacado, chivos, gallinas, patos y pescados. Su principal tabú es el perro.

En  Cuba,  Venezuela,  Puerto  Rico,  Panamá  y  México  y  Estados  Unidos,  Yemayá adquiere otros atributos tales como:

Una sopera coloreada de azul y blanco con florones y otros atributos y herramientas como; un sol, una luna llena, un ancla, un salvavidas, un bote, siete remos, siete aros, un llave, una estrella, siete aros de plata. Estos objetos elaborados en plata, acero, lata o plomo, un rabo de caballo con mango adornado con cuentas azules y blancas, maracas que se utilizan para saludar y para que preste atención cuando se habla con ella, un abanico con varillaje de nácar y oro, adornado con cuentas y caracoles, abanicos redondos hechos de pencas de guano adornados con plumas de pavo real, caracoles y cascabeles. Usa un manto de burato ricamente adornado.

Todos estos atributos son adornados con patos, peces, redes, estrellas, caballitos de mar, conchas en miniatura, todo lo relativo al mar. Siempre llevan cuentas azules y blancas alternas, piedras, cauries, etc. Los collares son conformados con siete cuentas de cristal transparente, llamadas de agua y azules, azul pálido y agua, azul oscuro y perlas opalinas o cuentas de jabón, etcétera.

A Yemayá se le ofrenda carnero, paloma, jicotea, pato, gallina, guano, codorniz, cerdo, guiso de camarones con alcaparras, huevos duros, acelga y tomate; tamal de maíz que se tiene todo el día en remojo, se muele en un pilón y se cocina batiéndolo en una cazuela sin grasa y sin sal; se le da forma de pirámide y se envuelve en hojas frescas de plátano; razupo de frijoles, (se ponen en remojo frijoles carita, se pasan por un guallo para quitarles la cáscara, se hacen una pasta y se le echa sal, se pican ajos y cebollas añadiendo pedacitos de jengibre a la masa, se pone en manteca caliente una bolsita de bija, y cuando hierve se vierte toda la masa de frijoles que antes se había batido bien; se preparan moldes de papel y se rellenan con esta pasta); quimbombó con bolas de plátano verde o ñame; frijoles negros cocinados sin caldo y sin maíz; palanquetas de gofio con melao de caña; coco quemado; berro, lechuga, escarola acelga y chayote. Su fruta predilecta es el melón de agua, aunque también gusta de piñas, papayas, uvas, peras de agua, manzanas, plátanos y naranjas, frituras de ñame con melao de caña, maíz finado, arroz amarillo con came de puerco y mariquitas de plátano. Se acostumbra brindarle en una jícara el agua y el melao. De los peces, prefiere la guabina, la anguila, el pargo, la rabirrubia, la cabrilla, el serrucho, el lenguado, la aguja, la cherna, el emperador y otros.

El odu isalayé que acompañó a Yemayá desde el Cielo a la Tierra fue el odu de Ifá Iwori Meyi.

Yémonjá (Yemayá)

Fueron cuatro nudos los lanzados para Yemayá cuando esta venía al mundo aquella que iba a simbolizar la maternidad, aquella que siempre iba a ser llamada la madre de las mamas llorosas.

Odu de Ifá Iworin Meyi

Al igual que hay espíritus en la tierra, los yorubas creen también que hay espíritus que habitan en los ríos, las lagunas y el mar como es el caso de Yemayá. Estos son reverenciados principalmente por las personas que viven cerca de ríos, lagunas o el mar y creen que los espíritus, si son servidos adecuadamente, pueden a cambio satisfacer las necesidades del hombre. Ellos controlan la abundancia de la pesca, evitan el vuelco de las canoas y los accidentes en el río; algunos de los espíritus les dan hijos a las infecundas.

Sus principales símbolos son las piedras pulidas por la corriente del río y dieciséis conchas de cauries, estas últimas se emplean igualmente como medio de adivinación por los devotos.

Versa un mito que en los tiempos antiguos cuando el agua escaseaba Yemayá estaba acostada y dormía, las fuentes brotaban cuando ella se viraba de derecha a izquierda. Ella simboliza la maternidad y las estatuas la representan como mujeres en cinta, las manos a los lados del vientre con senos voluminosos a los que hacen alusión los cantos; la inadre de las mamas llorosas.

YEMOJA:

«LA MADRE DE LOS PECES SE VUELVE LA NUBE QUE PRODUCE LLUVIA»

Era Yemoja (La Madre de los Peces) quien vivía sola en OjúÒrun (El Cielo) en el día en que Olódùmarè decidió que Yemoja necesitaba una familia. OjúÒrun (cielo) se volvió Omi Òrun (Aguas Celestiales) lo que dio a Yemoja todo el ire (buena fortuna) que necesitaba para vivir y àlá (soñar).

OmiÒrun (Las Aguas Celestiales) fue en donde ella vivió y comió, vivió y comió, vivió y comió hasta que su estómago reventó creando ìràwò (Las Estrellas) Oòrun (Sol) y ìràwòtínyíòrùnká (Planetas).

En ese día Yemoja vino a vivir en omiaiyé (Aguas Terrestres) en donde ella vivió y comió, vivió y comió, vivió y comió hasta que su estómago reventó creando a los Òrìsà. Fue en ese día en que Sàngó, Oya, Ogún, Òsányìn, Babalúaiyé e Ìbejì vinieron al Mundo.

Hasta este día quienes reverencian a Yemoja dicen «Omo at’Orún gbe gba ajé ka’ri w’waiyé, ma ja kiki won ajé», lo que significa «son los hijos quienes llevan la calabaza de la riqueza en su cabeza desde el Reino de los Antepasados hasta el Mundo».

Comentario: En Africa, Yemoja usualmente está relacionada con el río Ogún. El culto Òrìsà en Occidente tiende a asociar a Yemoja con el océano, sin embargo la deidad asociada con el océano en Africa es Olókun. Esto ha causado alguna confusión sobre el papel de Yemoja en el proceso de la Creación. En esta historia, Yemoja encarna el poder de la fertilidad dentro de todas las aguas del Cielo y la Tierra. Como un principio de fertilidad, el concepto africano de Yemoja está asociado con agua dulce, agua salada y agua celestial.

La idea de agua celestial puede parecer altamente simbólica, pero tiene un elemento de verdad real. A lo largo del universo la sustancia encontrada más comúnmente es el hidrógeno. Forma grandes nubes de gas en la mayoría del espacio entre las estrellas. El hidrógeno es a la vez el elemento más abundante en el universo y el más simple en términos de estructura atómica. El agua es simplemente la adición del oxígeno al hidrógeno o H2O. En términos literales, la abundancia de hidrógeno en las «Aguas Celestiales» se combinó para formar las estrellas y los planetas.

El desarrollo de la vida en este planeta fue una consecuencia de la presencia del agua en la tierra. Tanto Ifá como la ciencia están de acuerdo en que todas las formas de vida en la tierra evolucionaron del océano. Yemoja, como a la vez Imole del Agua Dulce e Imole del Agua Salada, representa la Madre originaria que dio nacimiento a todas las cosas vivientes.

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